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Septiembre 11, 2020

Macarena

Hola, soy @iamjoka1 y les contare mi primera experiencia como lactante.

Macarena

Durante mi embarazo creí haber leído mucho sobre lactancia, y pensé que sería 'pan comido', pero no fue así . El 16 de mayo (a las 11:14 p.m.) nació mi hija Macarena, y desde que la puse al pecho por primera vez sentí ardor y dolor en los pezones, tanto así que estando aún en la clínica tuve el impulso de retirarla bruscamente de mi pecho, porque no aguantaba el dolor (eso me lastimó más, porque hasta para sacarle el seno de la boca se requiere técnica).

El 17 de mayo a mediodía salimos de la clínica, felices porque la bebé nació con buen peso (3.760 gramos), pero el dolor en los senos empeoraba en cada toma, y ella quería estar pegada a su teti.

El 18 de mayo en la noche, desesperada y a la vez esperanzada en que la doctora Silvia Toscano me podía ayudar, me decidí a contactarla. Para entonces ya tenía los pezones con grietas y había un poco de sangre.

La doctora llegó a mi casa a las 8 am del día siguiente, y para sorpresa mía y de todos en la casa, el agarre no era lo único que andaba mal. Mi bebé en tan solo dos días y medio ya había perdido 500 gramos ¿cómo así ? ¿Por qué? ¿En qué momento? Ahí reconocí las señales de alarma que había pasado por alto por desconocimiento, como temperatura alta, labios resecos, y sentí palidecer.

Ahora me pregunto ¿qué hubiese pasado si no hubiese contactado a la doctora Toscano? Seguramente, mi bebé hubiese terminado hospitalizada, porque admito que en ningún momento previo a la consulta se me ocurrió relacionar esos síntomas con una transferencia inefectiva de leche.

Afortunadamente, en mi caso no pasó mucho tiempo para darme cuenta del error, y a los 3 días siguientes mi bebé ya había subido a 3.500 gramos.

No solamente agradezco lo aprendido sobre las posiciones de lactancia, también la valoración pediátrica que fue nuestra salvación, ya que mi bebé también requirió unas terapias de fonoaudiología.

No fue fácil, pues no basta con memorizar la información recibida para que la lactancia empiece a darse a la perfección. Se requiere tiempo, pero sobre todo muchas ganas de servir de alimento a tu bebé. 

Reconozco que los primeros días me ayudé un poco con leche extraída, que ofrecí en biberón y me sentía terrible por eso. Pero por un lado estaba la necesidad de no afectar su patrón de succión y por el otro la urgencia de recuperar su peso antes de los 10 días de nacida.

Así que me prometí que eso no sería una carga más, y la solté... Eso me sirvió para Confiar en mí, en mi leche... Hoy, mi bebé tiene 3 Meses y 10 días, y con orgullo puedo decir que, si bien en algún momento probó el chupo de un biberón, sólo ha tomado leche de su mamita.

Pesa cerca de 7,5 kg, y ahora que el dolor se fue disfrutamos del maravilloso arte de amamantar.

Solo me queda recomendarles a las futuras mamitas  que se asesoren de manera previa, en serio vale mucho la pena, se ahorran estrés y hasta plata (yo gasté en biberones que ya no uso, y en un extractor).

Autor:   Intimama1
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